Un sábado cualquiera
2. Un bañito en el pilón
Agarrar una silla de plástico y arrastrarla por el patio de la casa morada
Desde la sombra que da un zapote, donde cenamos algunas noches
Hasta el pilón donde se friega la ropa a diario.
Trepar desnudo y girar una de las tres llaves
Llenar una cubeta naranja de agua corriente
Templada, por los más de 30 grados de temperatura diarios.
Desde principios de Abril, cielo despoblado, azul desértico.
Buscar un avión que suena a lo lejos
Señalar hacia arriba.
Mojar los enredos de la noche entre una colada blanca
Beber tragos a sorbitos de agua prohibida
Sin que ella me vea, de una jabonera con el más rancio.
Limpiarme a dos manos las nalgas de caca seca
Malgastar vaso a vaso por el desagüe
Mojar a Rocío y lanzarlo afuera
Esperar a que ella se enfade
Y entonces, ensayar una mueca de sonrisa con dientes.
Abrir el tapón de una lejía y oler del revés hacia dentro
Con mi nariz de aprendiz.
Ups, se acabó:
Secarme con una toalla limpia, antes de desayunar
Cuando el sol todavía no aparece por el mediodía del cielo.
Mezclar ropa blanca y de color, fuera de una lavadora
Soplar muchas pompas de jabón por el agujero de unas pinzas para colgar la ropa
No, no se acabó.