Sorry Google

Ver llover

Cada día de primavera, cuando leemos cualquier noticia (en el teléfono) al azar, ex. las que quiere Google, las que nos propone en función de “nuestros intereses”, “nuestras búsquedas pasadas” pero también sus intereses publicitarios… Comenzamos el día con desesperanza y de mal humor. Sorry Google. Yo no creo que nadie se lo haga a nadie a posta, pero…

Prefiero nuestra mirada del mundo, sin peajes ni manipulación digital. Las extrañas verdades de los blogs ¿hasta aquí mi contradicción? Nuestro Journaling nómada es nuestra deriva, universos de risas ¿no? Este sí es nuestro propósito: por donde quiera que nos aproximemos, nos amenaza la catástrofe. Así que mejor reír que llorar.

Hay también una oferta de lecturas morbosas, consejos de gurús y discusiones meteorológicas, casi-casi en cualquiera de las redes sociales actuales. Creo sinceramente, que el cambio climático puede ser lo más cerca que estemos de una verdad universal, además de las guerras por motivos falsos. Y que dedicar un rato cada día a la lectura de un libro antiguo, de los que hemos ido a buscar a la biblioteca municipal del barrio, es un bello plan que vamos convirtiendo en rutina. Una experiencia compartida, emocionante. Sí, aspiramos a poseer nuestros días en familia, para disfrutarlos a este ritmo que nos permita ver llover. Escuchar las gotas chocar contra el toldo, deslizarse con cada párrafo, independientemente de todo lo demás, a la vez que mi nariz húmeda, por la alergia primaveral.

¿Es acaso terrible, dudar?  Suelo escuchar a mi alrededor a mucha gente que está segura de todo. ¿La seguridad es un valor y la vulnerabilidad, la peste? Estoy en casa cuando aparecen tus preguntas, justo cuando miro la lluvia, cuando me dedico unos instantes,

cada día de primavera… Reflexionamos con un libro antiguo entre mis manos, porque el tacto nos ayuda. Todos nuestros sentidos, tan importantes como la vista. Entrenarlos, es una parte cualquiera del sábado (porque hoy es sábado).

Saboreamos por el balconcito verde, las coloridas conversaciones de la floristería: Pedro y su esposa. Van y vienen, acompañan las nubes de primavera- más profundas y más superficiales, logran que nuestra esquina palpite.

Acostumbrarnos a la incertidumbre, a nuestras dudas. No estamos seguros, pero seguimos caminando, en busca de nuestro propio cobijo. De nuestro proceso vital de sedentarios a nómadas.Cuando bajamos la velocidad, por el calor, mucho más despacio, la vida así, como a cámara lenta, también se nos va mostrando: luminosa y sombría.

Fragmentos mínimos, instantes fugaces: ronquidos, suspiros, miradas, estornudos, sonrisas, gritos, órdenes y lamentos, eternos. Décadas, ciclos, ciudades, casas, familias, trabajos, universidades, atardeceres, montañas. Nos muestra nuestro destino imperfecto:

– Agradecer, aceptar y confiar… ¿Es lo único que nos queda?

También las alegrías, amor mío. A cada instante, cada gota que cae tiene la inmensa capacidad de crear un nuevo río, y por tanto, tiene una cierta capacidad de mejorar.

Verdad y Perspectiva 1916

Recordar, sin nostalgia

Me gusta estar sola en mi casa por las mañanas de los sábados, PORQUE HOY ES SÁBADO, y escribir sobre el fin de semana, sobre mi máquina de escribir, regresar al rastro. Sobre una familia: sobre nosotros sedentarios, o sobre el cuidado de nosotros en nuestra casa. Ahora que no viajamos y ahora que los dilemas son otros, ahora que seguimos teniendo tierra en nuestra cama, y ahora que no la hemos movido desde hace un buen rato, por las habitaciones de la casa, no tanto rato! Ni por los barrios, ni por las fronteras entre España y México, o viceversa, como quieras… Reconocerlo, sin duda, me acerca a la satisfacción, que es un camino en dirección a la luz del sol.

Y al calor. Y a Flikr.

No me he planteado y si me he planteado, porque me planteo y replanteo…aquella noche de Sant Jordi, en una fiesta, en un terrat de Barcelona. Regresar una y mil veces a los lugares amados, cuantos! HE AMADO. Para abrazar a mis amados, para tocarles y contagiarme (y contagiarnos x1.000.000.000.000) …porque me hacen TERRIBLE falta, porque la distancia curte y te escama; y el amor se cuela en mis sueños.

Al final o al principio, no sé, puede que no sea ESCRITORA sino poeta, y que a la vez haga listas en la pizarra para 1. Poner música a NOTORIEDAD, como si mi vida así como está, tal y como es, no fuese suficiente. Me empeño, me esfuerzo, sufro. ¿Cuántas vidas quiero?

Ninguna sin música.

Tal vez sea una adicta a CAMINAR y al CAMINO; y por eso no pueda cambiarle el título a este Blog, aunque aquella aventura haya acabado…Tal vez sea sólo una enamorada de las mañanitas que nos seguimos cantando y de aquellos PLACERES DE UNA VIDA TRANQUILA. Adicción a los mariachis y a Veracruz!. Una adicta al AMOR y a las ODAS a México. Reconocerlo, sin duda, me reconforta y me alimenta, como una PATRIA QUERIDA.

Aquella noche en el terrat

me cogieron de las manos y fijamente, entre las líneas, miraron adentro de mis ojos, como una premonición.

Mi propia contradicción. Ante mí con claridad: mis sueños.

Reconocerlo, sin duda me fortalece.

Y florezco por dentro. Es primavera!

Vamos a cantar.

Como roca solitaria

EMBALSE «EL BATÁN«

Hemos regresado al embalse de El Batán, rodeado por un bosque de zarza moras y pinos, cerca de las montañas donde descansa el monasterio de El Escorial. Casi casi, un par de días antes de hace exactamente un año.

Hay maneras y maneras de celebrar un ANIVERSARIO

¿Con vino?- Esta es nuestra propuesta.

Desde el momento del reencuentro, incluso un poco antes, las rocas pulidas de la presa se divierten con nuestras voces, como si nos hubieran estado esperando todo este tiempo: desde que Orión arañó sin querer al primogénito en la espalda y casi lo ahoga, tratando de sacarlo a flote.

Jugamos con tu eco y es así como establecemos el primero de los diálogos con semejante interlocutora. La luz es abrumadora para las montañas y riscos pelados. Los peces saltan juguetones a saludarnos, y ya no paran de chapotear: clock!, cuando caen son muy graves y negros, clock!,

Como relojes ingleses? me es compleja la onomatopeya, y no viene al caso… mira otro, mira mamá!- tiene su urgencia.

Los gritos son ondas que recorren sin tanta prisa la superficie, mecen a los patos (que aquí no hay cisnes*). Un perro ladra a lo lejos. Los patos se refugian del sol ardiente a la sombra de las paredes de la presa. Es el día de la Virgen. La tranquilidad es absoluta, salvo por algunas motos en la carretera que suben y bajan a gran velocidad, intermitentes.

Y aquellos ladridos circunstanciales.

Unas flores rosadas se agarran a las rocas de la orilla, trepan desde las profundidades, desde otras rocas mojadas hacia el calor y beben de este agua dulce, verde, embalsada, privilegiadas a la luz blanca, relucen.

Relucimos todas. También tus alas. Sentadas sobre una roca de pizarra plana observamos por primera vez algunos cambios, escucho a la mente matemática que habita en mi interior, deformada por tantas clases de estadística; este año hay más agua en el embalse.

Que ¿cómo lo sé, o cómo podría asegurarlo?Recordarte cómo nos tirábamos de cabeza desde un trampolín natural, que este año está casi completamente sumergido: mira allí!…El Eco de los ladridos histéricos de Orión el Negro (entonces fue muy difícil pasar desapercibidos), tratando de sacar al primogénito del agua. Hoy nos seguimos preguntando cómo es que no hay nadie por aquí. Namasté- Namasté-Namasté-Namasté….

Este es un viaje que se repite, se repite y se repite, como un ajo. «Botitas y piedritas» que no sé cómo, le dan un sentido a nuestra existencia. Y también «chanclitas y piedritas» que nos tiran una y otra vez, de culo contra el suelo.

PORQUE HOY ES SÁBADO, y así celebramos nuestro amor.

Así resuena este planeta de sol y roca. Hace menos calor que el año pasado y esta vez, como sabíamos el camino prohibido, nos preparamos mejor y ninguna llegamos en chanclas…trajimos la hielera con sidra y cerveza, porque así somos también humanas. La Negra sin tantos pedos ni preludios, como no hace tanto calor, sigue olisqueando y ni siquiera se ha bañado.

Algunas piedras brillan y las más planas rebotan sobre tu superficie y cuando las lanzamos, seguimos jugando contigo. Subíamos por un camino al que se accede a través de una verja cerrada, está prohibido el paso- comienzo a contarte una historia de otro embalse…tratábamos de estar calladas, para escucharte llegar a nosotras, cuando un fragmento de otro viaje atravesó mi mente inquieta, sin avisar, creí que llegaríamos a cualquier otro lugar, en cualquier otro tiempo…

A otro embalse de pesca de no sé dónde, con otro de nuestros perros….¿Te acuerdas? También era sábado, seguro y también nos abrasábamos sobre las rocas. De Sol, Lucas y sombra. Algo así:

Salta cuando se ensanchen las olas y las burbujas blancas te rodeen

Salta cuando se ensanchen las olas y las burbujas blancas te rodeen

No somos una línea recta.

El agua está muy fría aunque la superficie esté caliente, engaña la orilla. Al nadar toda mi masa te mueve, íntimamente. Con nuestras voces de fondo. Duelen los pies y duelen los dedos. Mi piel se torna gélida por dentro y asoleada por fuera. Me estoy transformando, roca. No hay nubes, no hay testigos, el azul y el verde se fusionan conmigo, por dentro. El sol calienta justo encima de nuestras cabezas, interminable. La muralla de cemento que retiene todo este líquido, afluente del Tajo, tiene tres ventanas por las que admirar el monasterio, a lo lejos, y un camino por encima, pero este año, también está cerrado. La brisa está fresca.

Las pequeñas olas que remuevo con mis latidos y con tus ecos, de mi voz…iluminan tus murallas, como bolas de Navidad. Al fin, seca y mojada, como una roca solitaria, enredada entre tus flores, como si fuera una más.

Meditación: Como roca solitaria…

Continuará.

* DE IRENE SOLA, DE SU LIBRO CANTO JO I LA MUNTANYA BALLA

Porque hoy es sábado,

PORQUE HOY ES SABADO

Porque hoje é sábado…

Yo era un gran surfero, surfeando por el mar.

Pero después una ola gigante se abalanzó y me llevó hasta la orilla.

Me levanté, me tiré al agua, esta vez a buscar tesoros.

Después de coger todos los tesoros que había,

no encontré el camino para volver a casa.

¿No encontraste?

El camino para volver…

Le pregunté a todos los animales del mar, pero no me supieron decir cuál era

la salida.

No habían parado de moverse y, sin embargo, estaban encerradas.

Atrapadas por cuerdas terribles, ancladas a la madera de la tierra.

Como si el carcelero tuviera sus propios límites, expectativas, sus propias

formas y aristas. Y ellas hubieran sido devoradas por aquella mierda.

Y, sin poder hacer nada, quisieran escapar.

En cada una de las generaciones pasadas, una vez y otra, en cada repetición,

en cada brote verde, en cada rama, en cada sendero… Germinaba!, como por arte de

magia: el marinero.

El humano amante de la mar.

Tu abuela, tu bisabuela, tu tatarabuela, tu madre.

Todas murieron en la mar.